Si en las relaciones personales con tus clientes tratas de aplicar una psicología que favorezca la comunicación con ellos, ¿por qué no hacer lo mismo cuanto interactúas con ellos en las redes sociales? Al fin y al cabo, el tipo de relación es la misma, aunque no te encuentres cara a cara con las personas. Con esta publicación vamos a contarte cómo puedes usar algunos conceptos de psicología para aumentar la participación de tus seguidores, mejorar tu interacción con ellos y, en definitiva, mejorar las ventas en tu página web. ¿Te interesa?
1. Haz crecer tu tráfico en un 50% con buenas reseñas
Está comprobado. Cuando leemos buenos comentarios de una marca, nos sentimos más inclinados a comprar sus productos o servicios. La empresa YotPo realizó un estudio sobre 500 sitios diferentes y descubrieron que cuando dichos sitios incluían reseñas sociales en sus sitios web, su tráfico aumentaba 50 por ciento en promedio durante los siguientes tres meses.
Normalmente, las personas actúan en función de lo que ven en los demás. Es decir, cuando vemos el comportamiento de otros normalizamos sus acciones y tendemos a copiarlas, según Social Psych Today. Por eso, leer una reseña positiva refuerza el primer impulso de compra de un producto o servicio. Si estamos listos para hacer una compra (comentar o compartir una publicación en redes sociales), es muy probable que aumenten las posibilidades si otras personas validan nuestra decisión con una reseña positiva.
Cómo aplicar esta psicología a tus redes sociales
Lo único que necesitas son dos pequeños pasos:
- Animar a tus usuarios a escribir comentarios o reseñas de tus productos y de tu empresa.
- Mostrar dichas reseñas para que todos las vean.
2. Consigue seguidores con tu personalidad
Probablemente tienes un perfil empresarial para tu negocio. Una página en Facebook, una cuenta en Twitter, en Instagram… Eso está bien. Es lo correcto. Sin embargo, también está comprobado que es más fácil que las personas se identifiquen con las marcas cuando estas se vuelven más personales, es decir, cuanto tienen una personalidad e incluso un rostro.
Cómo conseguir dotar de personalidad a tu marca:
- Usa fotos de tu equipo en tus publicaciones y en las imágenes de encabezado de tus redes sociales
- Firma Tuits a nombre de una marca con las iniciales o el nombre de un miembro del equipo
- Crea un personaje para tu marca
- Permite que tu equipo de soporte se conecte con los clientes directamente y usen sus verdaderos nombres e identidades
3. Utiliza el humor para relacionarte con tus clientes
Cuando haces reír a alguien, se liberan endorfinas en el cerebro de esa persona, lo que hace que cambie su perspectiva del mundo y lo vea todo desde una perspectiva mucho más feliz.
Piensa en la última vez que estabas de mal humor. Porque tenías hambre, porque no te salió alguna operación o tuviste una discusión con alguno de tus compañeros. Ahora piensa en la última vez que algo te hizo reír y cómo eso cambió toda tu perspectiva. Imagina que fue un tuit de una empresa lo que te cambió el ánimo. Seguramente le diste a me gusta e incluso lo compartiste.
Aunque parezca un gesto mínimo, probablemente ahora mires a esa marca de otra forma.
Cómo usar el humor con tu marca:
Esto del humor es algo más complicado de lo que parece. No existen trucos porque cada persona tiene un sentido del humor diferente y lo que a unos les hace gracia, a otros les resulta absurdo e incluso banal. Pero sí que existen estrategias que apelan al sentido común y que, con suerte, harán reír a más de una persona:
– La sencillez. No hace falta que inventes o fuerces historias para resultar gracioso/a. Basta con que compartas las anécdotas del día a día. Tus seguidores se sentirán identificados y no hay nada mejor que reírse juntos de las zancadillas que a veces nos pone la vida.
– No te lo tomes todo muy en serio. Hay que relajarse y disfrutar un poco. Ríete con tus seguidores.
En realidad, todas estas técnicas recurren mucho al sentido común y, sobre todo, a la psicología que seguro ya aplicas con tus clientes en la vida real. En las redes sociales no tiene por qué ser diferente.