Esta mañana mismo al abrir Instagram, me ha aparecido este mensaje: “Alguien ha intentado acceder a tu cuenta desde un dispositivo desconocido”. Nada más y nada menos que desde Tanzania, me dice, y con un Android. No, no he sido yo, le digo a la pantalla, y me pide que cambie mi contraseña. ¡Desde Tanzania!, me
Puede pasar. Ninguno estamos libres de los hackers. Mucho menos, sentimos decirte, las empresas. Y, la verdad, sólo el hecho de pensar que el trabajo de años –imagina lo que cuesta conseguir seguidores, fidelizarlos, crearte una imagen en las redes, etc– pensar que todo eso pueda desaparecer o, mucho peor, ser destruido por alguien que nos