El poder de impacto de una infografía es 30 veces mayor que el de un texto. Nos guste o no. Así que si queremos llegar a nuestra audiencia, tenemos que tener en cuenta que hay determinado tipo de contenido que difundiremos mejor mediante infografías. Además, el porcentaje de contenido compartido es mucho mayor con este tipo de recursos que, insistimos, con sólo texto. Entonces, ¿por qué no recurren las empresas a ellas con más frecuencia? Bueno, lo cierto es que si bien las infografías son muy fáciles de leer y gustan mucho, no son tan fáciles de crear y requieren más tiempo que subir un vídeo o una imagen. Eso es lo que se piensa normalmente, pero en esta entrada vamos a mostrarte cómo se pueden hacer infografías siguiendo cinco pasos muy fáciles.
1. Encuentra un tema para tu infografía
Obvio, ¿no? Pero a veces cuesta saber sobre qué hablar. Nosotros tenemos una forma de averiguarlo siempre a través de estas preguntas:
- ¿Qué interesa a tu audiencia? ¿De qué están hablando? ¿Qué les preocupa?
- ¿De esas ideas, cuáles no están demasiado explotadas y qué puedo aportar yo?
2. Investiga y compara la información
3. Números, números y más números.
4. Diseña tu propia infografía
Ya tienes el tema, la información, los diferentes apartados en los que introducirás esos datos… ahora es momento de diseñar y tienes dos opciones: recurrir a profesionales o animarte a hacerlo tú con las herramientas gratuitas que te mencionamos en el punto anterior y a las que puedes añadir estas otras: Vizualize, Easel.ly, Infogr.am,Visual.ly, Venngage, Visme.co.
En cualquier caso, elijas lo que elijas, es importante que pienses y decidas el color que va a predominar en tu infografía. Recuerda que transmitirá un determinado mensaje (te lo contábamos aquí) y que la saturación de colores puede distraer:
5. Revisa tu infografía
¡Ya la tienes! Antes de publicarla, revisa. Siempre.
- ¿Hay algo que destaca demasiado?
- ¿Alguna información resulta confusa?
- ¿Se lee bien de principio al final?
- ¿Hay algún apartado que resulte muy tedioso? ¿Demasiados números?
Para que sea más fácil de ver, imprime la infografía y revísala en papel. Resulta más fácil de detectar los errores ortotipográficos y hacerse una idea más acertada de la imagen final.
¿Ya lo tienes? Pues sólo te faltan dos pequeños pasos: los créditos de la información, es decir, las fuentes de las que obtuviste todos los datos para tu infografía. No es sólo una cuestión de ética sino que de esa forma le darás una mayor credibilidad a tu infografía. Y, por último, no te olvides de incluir una llamada a la acción. ¿Qué quieres conseguir con esa infografía? ¿Qué quieres que haga tu audiencia?
¿Ahora sí, ya está todo? Entonces, ¡publícala y comparte!